domingo, 25 de octubre de 2015

Lo que nunca me atreví a decirte

Cada noche me sorprendo esbozando
aquello que pudo haber sido;
el provenir que nunca vino,
y que mi alma permanece aguardando.

Aun sin procurar yo lo contrario,
sin advertirlo desconoces tanto...
Tanto que me mata el daño,
mas por no herirte a ti, callo.


Una daga me hiende a tu paso
y como un vendaval me arranca el ánima,
y prontamente, al llegar tu marcha,
me confundo en la tiniebla hasta el ocaso.

¿Cómo ha de ser posible
que tú que me devuelves la vida
me la arranques indiferente, raudo,
y me dejes caer, rendida?

Siendo tú quien me libera
ningún otro es quien me apresa,
pues sólo tú, inconsciente,
haces de mi vida hasta la muerte
una cadena perpetua.

No hay causa para seguir si no es contigo
mas, ¿por qué siempre tú tan tardo, esquivo,
y yo siempre tan deshecha, amigo?
Ardua es mi crónica, el mundo es testigo.

Alguien vigila la entrada hacia tu alma.
Alguien, algo como una sombra,
una sombra que la tiñe de negro
y me arrastra con ella hasta el infierno.

Yo insisto en escapar y golpear tu puerta
si acaso hiciera algún efecto,
y aun sabiendo que yo fallo, ¿qué me
ha de pasar para disfrutar de tal engaño?

Más quisiera yo saberlo,
y más quisiera que lo conocieras,
empero sé de tus ideas y créeme,
para ambos no sería placentero.

Aquello que nunca me atreví a decirte
hoy lo dejo por escrito;
hoy queda plasmado, mañana estará marchito.
Si el azar quisiera que lo leas, yo te aviso:
si aún me quieres, vuelve, si no,
mi hora de muerte ya ha prescrito.

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Hará un par de semanas nos mandó mi profesora en la asignatura de Literatura Universal escribir un poema de amor, el cual es el que está encima. Lo escribí en dos noches acostándome bastante tarde y sé que ni las rimas ni la métrica están demasiado cuidadas ni son exactas, pero teniendo en cuenta cuándo y cómo lo hice no le doy tanta importancia a eso como a lo que cuenta en sí. No es un tema poco común el del amor visto desde el dolor y la tristeza, pero si la inspiración viene de esa manera no conviene dejarla ir, ya sabéis. Bueno, tras ponerle mi padre unas cuantas pegas, corregirlo yo y ver la nota que me puso finalmente mi profesora he decidido publicarlo aquí (aparte, también porque hace meses que no publico nada jijiji). Además es algo que no suelo escribir. ¡Espero que os guste y hasta otra!

4 comentarios:

  1. Hola Raquel!

    Me ha gustado mucho el poema, la verdad es que yo no soy mucho de leer poesía, así que eso de si la métrica esta perfecta o si la rima encaja a la perfección no lo he notado. Solo decirte que esto de escribir poemas se te da muy bien!!

    Besoos!

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